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La recompensa por la fidelidad 1º Samuel 30:24 Las promesas de Dios están en la biblia como las estrellas en el cielo, este texto esta nos presenta un cuadro vivido y revelador, una lección altamente reconfortante e instructiva. Vemos aquí que ante el sufrimiento siempre se busca una victima, una victima propiciatoria (David, verso 6) el pueblo hablaba de destruirlo, hablaba de matarlo, de apedrearlo. En ese momento de angustia y desesperación, David busca la guía divina (verso 7) y consulta a Jehová (verso 8 ) y espera la respuesta. Lección: no todos en el ejercito eran iguales de fuerte, algunos son tan débiles que causan compasión, algunos tienen fortaleza mental, social, financiera, otros tienen poco o nada, en el medio de la prueba, David se fortalece en Dios, Aprenda a fortalecerse en Dios!. El es nuestro amparo y fortaleza… Jehová es mi luz y mi salvación… No tendré temor de malas noticias… Verso 9 – David sale con 600 hombres a recuperar lo perdido, pero 200 de ellos quedan en el torrente de Besor que cansados no pudieron seguir, no eran cobardes, solo estaban cansados. Dios le da una gran victoria a David y recupera todo lo que había sido robado, luego regresa al torrente y saluda a los que habían quedado, aquí una escena oscura. Hombres de Belial, egoístas, su teoría era: “Nos hacemos cargo del numero 1 y lo demás que se pierda” (mezquina teoría de la vida). David los enfrenta y les recuerda que la victoria que ellos obtuvieron eran por las misericordias de Dios y no por su propia fuerza, que los 200 que habían quedado eran tan valientes, patriotas, tan hombres como los 400, ellos hicieron lo mejor que pudieron. La prosperidad pueba a los hombres y los revela. Principio glorioso, todos los soldados de Cristo, grandes o pequeños, ricos o pobres, inteligentes o comunes, tendrán una parte igual en la recompensa final. Seamos fieles en los puestos de servicio. La fidelidad será engrandecida siempre en todo lugar, Apocalipsis 2:10 dice: Sé fiel hasta la muerte, no dice hasta que mueras, sino, hasta la muerte; fiel hasta el punto de morir, muerte antes de ser falso o infiel; te daré la corona de vida, no vida, ya tenemos eso, te daré la corona (la recompensa). Entreguémonos sin reservas a ser fieles a Dios. |
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