En cierta ocasión y mientras estaba en las afueras de Betsaida con sus discípulos, el Señor Jesús fue rodeado por por lo menos 5 mil personas que deseaban escuchar sus enseñanzas. Él les hablo del Reino de Dios, al atardecer los Apóstoles le preguntaron qué hacer en tal situación si no había provisión para alimentar a tantas personas pero Jesús les dijo: Denle vosotros de comer.

Había como 5 mil hombres, pero Jesús dijo a sus seguidores: Díganles que se sienten en grupos de 50.

Jesús tomó los 5 panes y los 2 pescados, miró hacia el cielo y dió gracias por la comida.

Todos comieron y quedaron satisfechos, con lo que sobró llenaron 12 cestas (Lucas 9: 10, 17)

¿Se dá cuenta?

El Dios en quien hemos creído no tiene una perspectiva limitada como usted o yo. Para los discípulos, aquello era una multitud que no podía ser alimentada con lo poco que tenían en la mano, para el Señor, era posible.

Todo es posible para aquel que todo lo puede, Jesús clamó al Padre y la lógica humana quedó echada por tierra.

Es necesario creer, y creer implica desechar toda sombra de duda, es actuar por encima de lo que piensan los demás, el Dios nuestro es un Dios de poder el señor hizo posible lo imposible.



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