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Metamorfosis de Gloria
Juan 4:7-42 Un corazón de mujer marcado y vencido se transforma en una vida ungida con la dignidad de una mujer victoriosa, instrumento en las manos de Dios. Hay un día especial, señalado por Dios para encontrarse con cada vida .Es un tiempo precioso, donde el cielo te abre una oportunidad de eternidad. En este día, Jesús hace un tiempo y un aparte en un pozo junto al camino. Allí vera a una persona especial .Lo extraordinario y hermoso de la mirada de Jesús es que sus ojos ven tesoros y belleza donde el ojo natural solo ve fealdad, ruina y faltas. Esta es una hora de quietud en la ciudad, ya ha pasado el mediodía, la mayoría esta recogida en casa. La mujer viene caminando rápidamente, procurando sin duda no encontrar gente en las calles. Para que soportar miradas acusadoras.  Y El esta allí, con su serena dignidad; ella no sabe pero la esta esperando .Cuando lo ve advierte en seguida que es del pueblo de Dios .Oye que le habla y se llena de asombro .Esta acostumbrada al desprecio silencioso, a sentirse ignorada .En la ciudad todos conocen su historia. Pero El la mira límpidamente, con amabilidad; -¿Me hablas a mi? ¿Quieres que te de beber? Tu eres de l pueblo santo ¿no sientes que recibir algo de mis manos te contamina? Jesús le dice:-en realidad soy yo quien quiere darle a tu alma el agua viva que tanto necesitas .Si aceptas el don del cielo que tengo para ti, nunca mas tendrás vacío y desorientación. Habrá una meta, un sentido y una visión tan clara, que será luz en ti y te convertirás en manantial, fuente para derramar en otros lo que te doy -¡Señor dame esa agua! - exclama ella. -Si, pero no solo a ti también a tu casa. Llama a tu esposo-.Allí está…, lo que no quería ni mencionar, su pesada carga, que la hundía. Jesús esta poniendo el dedo en su herida… Le confiesa parte de su verdad, con pesadumbre. A veces parecería que solo una mujer puede entender los más íntimos sentimientos de otra mujer, pero Jesús si puede. De inmediato su voz de Pastor amante, la sana, la consuela. -Quiero decirte que he visto toda tu vida. Se de tus grandes heridas, tus muchos errores, y la angustia y soledad que estremecen tu alma. También se que has pensado en el Mesías y que crees que si le hallaras tu vida encontraría respuestas. Pues soy yo el que habla contigo. Alas le nacieron a la mujer. Fue suficiente, lo vió todo claro. Cayeron sus pesos, las cadenas y las condenas. Una libertad creciente impulsaba sus pasos. Dejando el cántaro corre a golpear las puertas ante las cuales no se atrevía ni a pasar, a enfrentar ojos que antes no quería mirar. Es que esta mujer es otra, nació de nuevo, su pasado ha quedado sepultado (2ª corintios 5:17). Todos lo notan. Hay tanta gracia, tanta vida poderosa que sale por sus ojos, y de sus labios que todos la siguen. Ella los conduce a Cristo. La mujer oscura, la que era sinónimo de mal, ahora es luz. Le dicen todos algo glorioso -¡Vinimos por tu testimonio y comprobamos que lo que tu dijiste es completamente cierto! ahora también nosotros sabemos que este es el Cristo, el salvador del mundo -. Ciertamente no existe mayor gozo ni gloria para alguien que testifica de Cristo que recibir tal evaluación de su ministración. Esta es la historia real de una mujer que al encontrarse con Jesús, aprovechó completamente su oportunidad.
Cuando llegue a ti no la desaproveches. Y si ya has vivido esta extraordinaria experiencia, es bueno, mujer amada por Dios, que a diario vallamos al sitio especial donde nos espera El, para quitarnos los cansancios diarios, y darnos las respuestas a los interrogantes que surgen en cada jornada. Entonces ¿Quién no tendrá alas? Alas de águila que nos permitirán volar alto, volar lejos hasta alcanzar la meta.  |
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